El presente y futuro de las Fintech – Entrevista con Erick Rincón

Si algo caracteriza a América Latina es la capacidad de adaptarse a una diversidad de necesidades y realidades tan cambiantes. Las empresas saben que buena parte de la rentabilidad de sus negocios y la productividad de sus equipos está en que las plataformas estén siempre disponibles y trabajando de manera óptima. Un sector que particularmente valora esos nuevos horizontes es el financiero. Erick Rincón asumió en octubre pasado como presidente de Colombia Fintech, el gremio de las empresas que trabajan en el sector de tecnologías financieras en ese país, y habló con Software Testing Bureau acerca del presente y futuro de una realidad que, aunque sea virtual, es cada vez más palpable en la región.

 

¿Cómo se compone Colombia Fintech?

Somos un gremio que agrupa 210 empresas que se dividen en dos grandes segmentos: fintech propiamente dichas –unas 170 empresas que, en mayor medida, se agrupan en pagos digitales y créditos online– y el resto de las empresas que no provienen del sector pero están interesados en lo que está ocurriendo. En este último grupo hay 12 bancos, entidades financieras, redes de estructura financieras y las grandes tarjetas de crédito mundiales.

Dentro de las fintech, las empresas de pagos digitales son las que tienen mayor recorrido porque ya llevan de unos 10 a 15 años en el mercado. En los últimos años las que han tenido más crecimiento son las de créditos digitales. Por ejemplo, han surgido muchas empresas de lending para PYMEs.

 

¿Cómo es en Colombia el diálogo entre las fintech y la banca tradicional?

Nosotros no consideramos que las fintech sean una competencia de la industria financiera, ya que la integración de servicios permite un trabajo complementario. Pensemos en el lending para pequeñas y medianas empresas o en el crowdfounding: son segmentos que no han sido desarrollados por los bancos y en muchos casos no tienen injerencia Nosotros concebimos las fintech como herramientas de inclusión financiera porque no se puede pretender que los bancos cubran todos los servicios.

En Colombia un banco no presta por debajo de USD 300 a las personas comunes, porque los costos de adquisición del cliente es de casi USD 20. El lending es una oportunidad para llegar adonde la industria tradicional no llega

 

¿Cuál es la prioridad en este momento para Colombia Fintech?

Es necesario desarrollar un esquema que permita relacionar a todos los actores. Se puede hacer a través de dos maneras complementarias: una, adecuar las políticas públicas y los marcos regulatorios al nuevo mundo de las finanzas y, dos, mejorar las competencias tecnológicas de los mismos actores fintech en, por ejemplo, virtualización de servicios, incorporar tecnologías disruptivas, pensar en big data, inteligencia artificial y blockchain. Es decir, formarse en temas que hasta hace poco eran desconocidos.

 

¿Y qué dificultades debería superar Colombia para lograr estos focos de formación?

Uno de los grandes temas de nuestros países está en la escalabilidad. Hay segmentos de la economía que tienen mayor propensión a superar la brecha cultural y el acceso a la tecnología, pero no es uniforme. En nuestras sociedades quienes tienen los recursos pueden acceder mejor a la tecnología y eso nos pesa. Es importante seguir trabajando en la conectividad porque si mejoran las condiciones podemos llegar a sectores poblacionales que antes estaban aislados y dar un salto cualitativo en la incorporación de tecnologías. En Colombia se está llegando al 85% de conectividad, e internet llega a lugares alejados con poblaciones que no estaban alfabetizadas tecnológicamente.

 

Para lograr esto, ¿qué cambio se debe dar primero? ¿Cambio en las infraestructuras, en la mentalidad o en las políticas institucionales?

Yo creo que el cambio más importante se tiene que lograr en las personas. Quienes tienen entre 18 y 30 años ya son nativos digitales y no tienen una gran necesidad de alfabetización. Colombia hoy tiene 49 millones de habitantes y se estima que llegará a los 80 millones en 2050. Más allá de que exista una masificación social en la adopción de tecnologías, frente a ese crecimiento demográfico necesitamos desarrollar herramientas.

También existen algunas barreras culturales a superar, ya que en Colombia hay una manera muy tradicional de ver algunos negocios. Cambiarla nos ayudaría a calibrar mejor los riesgos y a generar estrategias de regulación y supervisión que tengan en cuenta la innovación en las finanzas.

Además, más allá de quiénes son los actores, todo el mundo financiero está usando distintas tecnologías. En Colombia se están conformando neobancos, que son estructuras financieras de primer nivel en las que todo el back-end y el front-end son digitales.

 

Las nuevas tecnologías siempre traen consigo dudas por el mal uso y más si afectan al dinero de cada uno, ¿cuáles son en Colombia estos principales temores?

Un tema importante es la suplantación de identidad. Fíjate que de manera electrónica y remota alguien se puede hacer pasar por ti, por lo que estos servicios deban tener especial cuidado. El santo grial en la virtualización de servicios es la identidad digital. Uno puede encontrar bases de datos con información precisa sobre el conocimiento de clientes y cómo se gestionan esas bases es fundamental.

 

¿Qué marco regulatorio se necesita para proteger la identidad personal?

Es preciso trabajar en un modelo de autenticación electrónica que aplique tanto para el Estado como a nivel de empresas privadas. En lo que refiere a fintech, necesitamos políticas más claras de open banking que permitan compartir datos entre sistemas financieros porque hay temas que van más allá de lo que puede hacer un banco central.

 

Un banco central en el mundo tiene políticas de emisión de moneda, control de cambios y divisas y políticas de créditos (por ejemplo, cuáles son las tasas de interés en las operaciones de crédito). En el caso de Colombia y otros países, hay un segmento fintech que está regulado y tiene directo relacionamiento con el Banco Central, pero hay otro que no necesita esa vigilancia, como los casos lending o e-factoring. Ahí las autoridades financieras deben trabajar de manera interdisciplinaria con autoridades tecnológicas.

 

¿Qué argumentos se le puede dar a un gobierno para hacer una inversión fuerte en digitalizar la economía?

Lo primero, si pienso en el caso latinoamericano, es la seguridad. Si la posibilidad de que te roben el dinero en la puerta del edificio es real, llevar todo a lo digital reduce el problema. Lo segundo es la eficiencia operacional, sobre todo por el número de personas que tienes que atender. Si los procesos de back-end son cada vez más automáticos, se pueden simplificar muchos trámites. Virtualizar servicios da más niveles de coberturas y además es más eficiente y cómodo para las personas. Y el tercer argumento importante es el manejo tributario porque a través de lo electrónico los gobiernos tienen mayor control sobre el flujo.

 

¿Cuáles son las áreas de software que se necesitan desarrollar en Colombia para que crezca el sector fintech? ¿Cómo ven al testing en ese mapa?

En el caso colombiano, se necesita trabajar con urgencia en el desarrollo y la arquitectura del software para mejorar la gestión de los proyectos. Eso no implica solamente trabajar con las habilidades duras: cuando el Foro Económico Mundial en Davos habla de que estamos en una 4ta Revolución Industrial estamos hablando de tecnología, pero también de habilidades blandas que son valiosas para el trabajo colaborativo. Hay que mejorar el desarrollo del software y la creación de plataformas, sí, pero también el pensar disruptivo y optimizar los procesos de formación para adquirir los conocimientos de esas tecnologías.

Por eso importante que el trabajador se enfoque. Hay tareas que se puedan automatizar y hay tareas que no. El testing de software es una actividad que puede ser más automática.


Pensando en la inclusión y la calidad, es que en Software Testing Bureau creamos a STELA, una herramienta que simplifica la posibilidad de hacer testing automatizado, puede ser usada por personas sin conocimientos de programación y de áreas de innovación, QA, comercial y de proyectos, para quienes el éxito de su negocio se sustenta en lo digital. Así contribuimos con el desarrollo ágil de soluciones confiables, y aseguramos plataformas eficientes, sin fallas para empresas y organizaciones cada vez más innovadores que necesitan estar muy cerca de sus clientes, brindando satisfacción y mejorando su calidad de vida.