La empresa en tiempos de pandemia

La velocidad del cambio, se mostró con su faceta más dura en esta crisis global. En menos de tres meses presenciamos el desarrollo de una catástrofe, la que sin pedir permiso y casi sin darnos cuenta desembarcó en nuestros países con una velocidad inusitada. 

Esto nos confronta a lo que ahora nos resulta evidente, reconocer que no tenemos el control y que la velocidad del cambio es ultra veloz. Durante meses la vimos desarrollarse y moverse a lo largo del mundo, hasta que finalmente se tomó un avión y aterrizó en Latinoamérica. 

Y sin embargo, no estábamos preparados para un desarrollo tan rápido de acontecimientos, que en otras latitudes llevaron semanas o meses en activarse. La realidad impone que el planeta ha tenido que fijar su atención en un mismo problema, para intentar mitigar sus efectos y posteriormente buscar una solución definitiva. Una sola guerra que ha obligado a cada país a tomar medidas extremas. 

Muchos países de nuestro continente decidieron en términos de pocas horas, aislarse del mundo y cerrar fronteras, establecer cuarentenas, cierre de sitios y eventos públicos, con el objetivo de aislar a sus miembros y evitar el contagio y la propagación.

En todo caso, las medidas que fueron diseñadas para separar, finalmente han servido para unirnos, para volver a poner foco en el círculo familiar y desde el hogar procurar lograr una salida. Reencuentros en casa, conversaciones que buscan atender el mismo propósito, cuidarse y cuidar a otros. 

A nivel empresarial, también se impone la misma lógica, nos concentramos rápidamente en tomar medidas para cuidar a todos aquellos que de una forma u otra hacen parte de su entramado, tratando de no dejar a nadie atrás. 

Buscar en tiempo récord modelos de trabajo a distancia, apelar y confiar en las tecnologías, delegar y confiar en que todos estarán a la altura de las circunstancias, con el foco de continuar brindando lo mejor para el servicio a los clientes, mantener los motores funcionando y apuntando estar lo mejor posible para el momento de recuperación.

Es en tiempos difíciles donde se forjan líderes que, con empatía y foco en el futuro, buscan el mejor camino para los suyos, colaborando con el ecosistema, pensando en el día después y en encontrar la mejor manera de llegar al final de la crisis.

Seguramente no es fácil y no lo es para mí. Cada paso, cada decisión se tiene que tomar rápidamente en un entorno de cambios constante y con poca información, pues la dinámica y la velocidad de los acontecimientos es inédita.

Confianza en el equipo humano que nos rodea, objetivos claros para llegar al otro lado de la tormenta con el bote sano y los remeros en condiciones, seguramente dará buenos resultados.

En Software Testing Bureau, estamos abocados a transitar este camino y si crees que podemos ayudarte en el tuyo, solo tienes que contactarme a contacto@softwaretestingbureau.com

 

Guillermo Talento
CEO
Software Testing Bureau