El impacto de la tecnología en el fútbol. Entrevista con Juan Verzeri.
El software no es ajeno al mundo deportivo. Sobre ello hablamos con Juan Verzeri, reconocido técnico de fútbol e ingeniero en Sistemas.
Muchos lo consideran un caso raro en el ambiente del fútbol por ser entrenador e ingeniero en sistemas. Pero considerando que la tecnología y el manejo de los datos han copado la discusión deportiva de los últimos años, parecería más bien que Juan Verzeri fue un visionario al combinar ambos saberes.
Verzeri trabajaba en temas de liderazgo y gestión de equipos empresariales, cuando en 2002 empezó a tener sus primeras experiencias en el fútbol profesional. Su primera oportunidad en Primera División se dio en 2008 con un recién ascendido Racing de Sayago, al que supo llevar a la Copa Libertadores. Ese pasaje lo llevó a dirigir la Selección Uruguaya Sub 20 con dos grandes logros: la clasificación a los Juegos Olímpicos por primera vez en 84 años en 2011 y el segundo puesto en un Mundial de la categoría en 2013.
Desde hace tres años integra el cuerpo técnico de Al-Rayyan de Qatar. En plena disputa del Mundial de Clubes, Juan conversó con 1,2,3 probando, el blog de Software Testing Bureau, sobre las relaciones del fútbol con la tecnología, el uso de los datos y las metodologías de testing en entrenamientos más eficientes.
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¿Qué conocimientos de la ingeniería en sistemas pudiste llevar al fútbol?
Yo diría tres cosas. Primero: todo el tema de project management, liderazgo, planificación e ingeniería en manejo de grupos humanos. Lo segundo, es entender cómo funcionan los sistemas: en Facultad estudiás la teoría de juegos y te sirve aplicarlo porque el fútbol es un juego de oposición. Y lo tercero, son las herramientas de software que uno usa para mejorar la gestión a partir de estadísticas. Las nuevas generaciones ya lo tienen incorporado, pero imagínate que si aún hoy hay resistencia en entrenadores más veteranos, cuando yo empecé era un complemento que nadie usaba.
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¿Cómo fue esa llegada de un ingeniero con sus métodos al mundo del fútbol?
Mi formación sonaba rara en Uruguay y encontré que en Europa muchos trataban al fútbol más como una empresa que como una actividad lúdica, era más formal cómo se controlaba todo. Eso hoy ha crecido porque, al menos en Europa, todos los clubes tienen su Departamento de Análisis y nadie lleva las cosas a la antigua.
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¿Qué opinión te merece esa importancia que han ganado los datos para tomar decisiones en deporte?
Existe la tendencia a explicar todo con datos pero hay cosas que son la magia del juego y cuestionan los indicadores convencionales. Pensemos en el partido del Mundial 2014 que Alemania le ganó a Brasil 7 a 1, a pesar de que los números fueron favorables a Brasil. Entonces hay que leer el partido de otra manera: un equipo hizo tres goles rápido y después empezó a ceder. Hay que ser muy experto porque si no te envolvés en una marea de datos que te confunde. Por ejemplo, el porcentaje de posesión de pelota es relativo. ¿Qué posición? ¿En qué parte de la cancha? ¿Dónde están los jugadores? ¿Cómo va el partido? No es lo mismo tener la pelota si vas ganando a si vas perdiendo. Después del partido hay que interpretar los números y ver qué cierra y qué no. Por eso para mí, el dato más sagrado es el video y después la inteligencia del software para interpretar lo que pasó.
Hay empresas que desarrollan algoritmos para medir la contribución en aspectos específicos: pressing, transiciones, contraataque. El software ayuda porque es imposible ver todo en un partido. O ver todos los partidos, por eso es tan importante para el scouting [captar talento]. Pero también es relativo: un jugador corrió tres kilómetros a máxima intensidad. Al partido siguiente corrió 2,5. ¿Bajó el rendimiento? No necesariamente, quizás el contexto fue otro. Como el fútbol es un juego de oposición, el nivel de respuesta del rival es fundamental para analizar datos, que inciden en el coeficiente de ajuste.
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¿Cómo está el fútbol parado en temas de automatización y tecnología en comparación con otros deportes?
El software se está aplicando en todos lados, en algunos deportes más. Hay casos como el de la película Moneyball, que ocurrió realmente en béisbol, donde se alteraron las estadísticas de un jugador y eso impactó en su valor. Quizás puede ocurrir algo de eso en el futuro del fútbol, pero hoy estamos lejos. Una licencia de un programa de scouting es súper accesible: podés seguir a un jugador mucho mejor y tener toda su performance en línea. Se está aplicando cada vez más: hablás con el gerente deportivo de cualquier equipo europeo y no solamente tiene los datos de su plantilla, sino de aquellos a los que piensa contratar. Fijate el caso del RB Leipzig en Alemania: un equipo con mucho menos presupuesto que el (histórico ganador) Bayern Múnich, hoy lidera la Bundesliga con un equipo competitivo por haber tomando decisiones a partir de datos suministrados gracias a la tecnología.
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La implementación de la tecnología en el fútbol -concretamente el VAR- es un tema que se discute, pero avanza. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Arruina un poco lo emocional: a veces hacés un gol y no lo podés gritar. Por eso, en general la primera reacción es negativa. Pero si lo pensás fríamente ves que es mejor evitar injusticias y que haya criterios más claros. Como todo cambio, es imposible que haya una transición sin dolor, pero estoy convencido de que se va a normalizar y que con el tiempo quedará como una anécdota.
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¿El VAR hubiera podido funcionar en un fútbol de hace cincuenta años?
La noción de justicia ya estaba asumida. El cambio se da antes de implementar el VAR. Antes no estaba la tecnología para tomar decisiones en el momento, pero el cambio grande lo generan las cámaras. Muchas de las cosas que hacían los defensas hace cincuenta años ya desde hace un tiempo no las pueden hacer no porque esté el VAR, sino porque hay cámaras, y te suspenden igual después del partido. Antes había codazos, patadas que pasaban de largo. El juego era mucho más duro.
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¿Hay aspectos del testing de software que entiendas se puedan aplicar al fútbol?
La metodología básica es parecida: a partir de la información disponible un equipo de analistas evalúa que pasó, por qué no ocurrió lo que pensabas iba a pasar, comparar aspectos tácticos y a partir de datos concretos pensar una estrategia operativa para el próximo partido. En la actualidad, no es necesario ver tantos partidos como antes, porque contamos con más herramientas para testear soluciones.
Sin embargo, en el fútbol nada es causa-efecto. El entrenador tiene que ir dejando una huella de trabajo y no puede, como con un software, tocar algo y ponerlo a correr automáticamente. Hay que considerar otras variables y tener más grados de libertad.
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Una forma que parece bastante asimilable a la del testing en deportes es entrenar con un equipo alternativo propio que haga lo que se cree que hará el rival. Lo que se conoce como un equipo sparring.
Tener un equipo sparring es la mejor formar de preparar un partido. No solamente porque ese equipo simulará la oposición a la que te enfrentarás, sino también porque te permite probar primero e ir adaptando el diseño del entrenamiento antes de llevarlo a la práctica. Yo lo trabajo mucho y es posible que en eso me influya el ser ingeniero.