ÁNIMA es una asociación civil que brinda una oferta educativa formal para jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad social. La misión de la organización es la de fortalecer el vínculo entre el mundo laboral, la institución educativa, los estudiantes y sus familias. Esto lo hace a través de un sistema de educación dual, en el que los estudiantes “aprenden trabajando y trabajan aprendiendo”.

Guillermo Talento, CEO de Software Testing Bureau, colabora con la organización desde sus inicios. Lo que lo motivó a hacerlo fue el propósito de ÁNIMA, de brindar apoyo a chicos que de otra forma no tendrían oportunidades de tener un futuro en el mundo de la tecnología.  Para él, la organización ataca de raíz el problema del abandono juvenil, ya que busca promover una modalidad donde el estudiante pueda tener apoyos que eviten que tenga que buscar un trabajo remunerado a tiempo completo. Por otra parte, las prácticas de trabajo combinadas con el estudio es una forma más fácil de aprender y generar experiencia relevante que les permite a los estudiantes insertarse mejor en el mundo del trabajo.

Actualmente Software Testing Bureau y Globant están trabajando junto a ocho estudiantes de ÁNIMA en la creación de un simulador de banco virtual. Esto se debe a que desde hace tiempo Guillermo estaba en busca de una aplicación propia para que en Software Testing Bureau podamos desarrollar las demostraciones del producto (STELA) sin depender de nadie más y cuidando la imagen que presentamos en todo momento. Eso nos llevó a generar un proyecto con ANIMA denominado STB Bank, donde los estudiantes guiados por los tutores construirán un sistema que simule un banco.

En 1,2,3 Probando tuvimos la oportunidad de hablar con Bruno Dos Santos (estudiante), Jonathan Cembranos (estudiante), Marcelo Santa María (Software Designer en Globant y tutor del proyecto) y Federico Rodríguez (Referente laboral del área de TI en ÁNIMA) quienes forman parte del proyecto.

¿Qué te motivó a comenzar tus estudios en Ánima?

Bruno: Cuando estaba en tercer año no sabía qué iba a hacer al año siguiente, y eso me tenía muy desmotivado. Por eso me empezó a ir mal. Hasta que un día mi padre vio un anuncio de Ánima y me lo comentó, porque yo siempre estuve interesado en la tecnología. Entonces empecé a investigar y me gustó mucho la propuesta. Fue ahí que empecé a esforzarme más en los estudios y subir las notas para poder unirme a Ánima.

Hoy en día, ¿con cuántos estudiantes cuentan?

Federico: Contamos en la actualidad con 150 estudiantes aproximadamente. Nosotros hacemos 4to, 5to y 6to de secundaria. Por año ingresan 50 estudiantes, 25 para TIC y 25 para el área de Administración.

¿Podrías contarnos en qué consiste el proyecto que están realizando en conjunto STB, Globant y Ánima?

Marcelo: Es un producto que fue solicitado por el cliente, que en este caso sería STB, que en este caso es un simulador de banco virtual. Lo que hace este producto es una simulación de préstamos, almacena datos del usuario que hizo la simulación, posee un administrador que es capaz de aceptar o rechazar el préstamo en una interfaz administrativa al que acceden por usuario y contraseña. Los estudiantes son quienes se están encargando de todo. Nosotros solo les alineamos la tecnología y las herramientas.

¿Cuál es su rol dentro del proyecto?

Jonathan: Al comienzo tuvimos una instancia grupal en la que nos dividimos de a dos estudiantes. El primer grupo era de Backend, el segundo de Frontend, el tercero de integración y el cuarto de testing. Ahora estamos haciendo tareas, cada uno por separado. En mi caso, estoy haciendo la validación de los campos de los formularios del simulador de préstamos. La verdad es que me encanta lo que estoy haciendo, porque no es lo mismo estar estudiando eso en una clase, que estar tocando código y viendo que se rompe.

Bruno: Yo empecé y sigo en la parte de Frontend. Primero me encargué de hacer, junto con un compañero, la parte de simulador de préstamos y cuando terminamos esas tareas empezamos con lo individual. Desde ese momento estoy a cargo de la parte del login.

¿Con qué aprendizajes crees que los estudiantes salen de este tipo de proyecto?

Federico: Se llevan un aprendizaje técnico, se puede ver cómo los chicos han crecido mucho técnicamente en este tiempo. Pero lo que más se llevan son miradas de procesos, el cómo insertarse en una organización y cómo funciona. También se puede notar cómo los estudiantes logran sacarse etiquetas que tenían dentro del aula y logran mostrarse de otra forma en lo que es el ambiente laboral. El romper con esas etiquetas les permite agarrar confianza.

Marcelo: Nosotros a los chicos les hacemos vivir esa práctica formativa de una forma directa, sin filtro. Ellos son tomados como cualquier otro integrante de la empresa. Por lo que conocen lo que es trabajar. Aprenden de trabajo en equipo, de respeto al otro, de respeto al trabajo. Con este proyecto también lograron aprender tecnologías que antes no conocían, entre muchas otras cosas.

¿Crees que es importante “aprender trabajando y trabajar aprendiendo”?

Bruno: ¡Si! En Ánima nos presentan la situación que se nos puede llegar a dar, y ahora trabajando, pasan. No es imaginarse lo que puede pasar, en las prácticas afrontas eso que te habían comentado.

Jonathan: Para mi hay cosas que aprendemos acá que en Ánima no tocamos. Por ejemplo, nos enseñaron teóricos de hitos, hicimos algunas prácticas, pero no es lo mismo que estar en un proyecto grande, tocar código, que se rompa algo y tener que arreglarlo. Eso en clase no pasa.

¿Consideras que es importante que más empresas de TI apoyen a instituciones como Ánima?

Marcelo: Uruguay tiene la capacidad de convertirse en el semillero digital del mundo. La capacitación y la gente para dar esa capacitación está en el país. El material a fertilizar, está en el país. Entonces, las empresas deberían colaborar para que esas semillas broten y tengan el capital humano que se necesita en el futuro. Ánima es un camino para hacerlo.

¿De qué forma podemos colaborar con Ánima?

Federico: Ánima tiene varios frentes. Es una ONG que se financia por donaciones, por lo que hay un pilar muy fuerte que es por parte de las empresas que sostienen la propuesta de ÁNIMA. Estas donaciones nos ayudan con todo lo relativo a profesores, funcionarios, equipamientos, etc. Tenemos un régimen de donaciones especiales donde tenemos un cupo fiscal determinado para que las empresas que donan puedan tener una devolución de hasta el 82% de lo que donen. Por lo tanto, la donación efectiva de sus cajas, es el restante de ese 82%. Pero ayudan el 100% de lo que nos donan.

Otra forma de colaborar es con las prácticas formativas, que es sumarse como una empresa en donde los chicos hagan sus prácticas.

Desde Software Testing Bureau creemos que ÁNIMA cumple con un propósito ejemplar orientado a formar jóvenes con gusto por la tecnología. Este es un aporte que desde la industria podemos hacer para brindar un espacio de oportunidades, agradecer por las oportunidades que tuvimos nosotros y mejorar la sociedad en su conjunto. Cada persona que egresa de ANIMA es una persona que seguramente aportará con su trabajo a mejorar la sociedad Uruguaya.

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